De Ezeiza a Auckland

De Ezeiza a Auckland

Dijimos una y otra vez que iba a ser el vuelo más corto. Una y otra vez, sin embargo hubo ahí algo en el medio que nos llevó a esperar unas cuantas horas más arriba del avión.

Llegamos al aeropuerto a las 20 hs junto a mis papás. Hasta las 21 hs no abrieron el Check In así que tuvimos que esperar. Fuimos al baño, caminamos de punta a punta el aeropuerto y vimos como la gente iba y venía. Todos en sus cosas, algunos con dos o tres valijas otros solo con una mochila. Cada uno en su viaje, en su camino.

Nos pusimos en la cola del Check In y pudimos hacerla junto a mis papás. En el medio de toda la cola hay un aparato que pesa y mide los bolsos que vas a subir arriba del avión. Solo de curiosa le dije a Fran que ponga su mochi ahí y le marcó que pesaba 2 kilos y pico (Nota: cuando la pesamos en casa nos decía  que pesaba cerca de 10 kilos). Así que pensamos dos cosas: la balanza estaba rota o el bolso estaba pesando 2 kilos de más de lo permitido. Ante la duda Fro se puso en modo “reubicación de elementos de la mochila”. Les cuento en qué se basa este modo de Francisco: se arremanga, se agacha y empieza a abrir y cerrar cierres mientras cambia cosas de una mochila a otra. Todo esto lo hace a mucha velocidad y súper concentrado. Mis papás nunca lo habían visto en modo reubicación, fue una experiencia única. Mi mamá moría de risa, mi papá lo miraba con cara de confundido, yo le decía “no te preocupes” y él me respondía “no ya está, ya está” mientras seguía pasando cosas de lugar :P.

Bueno, seguimos en compañía de mis papás hasta un momento que te hacen unas preguntas y te etiquetan el equipaje, esto es unos metros previos al Check In, después de ahí solo tienen que seguir haciendo la cola los que viajan, así que mis papás nos esperaron más atrás. Mientras hacíamos esos últimos metros de cola los del Staff de Air New Zealand tiraron un globo al aire y simplemente dijeron: “Si se cae pierden”. Bastó para como por lo menos tener 5 minutos de auto entretenimiento. El globo iba de un lado al otro y todos re concentrados que no toque el suelo. En la cola había una niña que estaba súper contenta cada vez que el globo iba a su lugar. Muy buena estrategia chiques de Air New Zealand, fue entretenido (aunque tengo que admitir que yo me lo tomé muy en serio y me estresaba que el globo venga para mi lado y se caiga así que estaba atentiiisima para que esto no pase, jajaja si tengo problemitas).

Los de Air New Zealand fueron súper simpáticos! Ósea nunca nos trató mal ninguna aerolínea pero como que noté que ellos eran como mucho más descontracturados y simpáticos.

Una vez teminado el check in, sin despachar ninguna valija y listos para embarcar, esperamos con mis papás a que fuera el momento de entrar. Nos sentamos a hablar, sacarnos fotos y por último despedirnos. Muchos besos y abrazos, besos voladores, más abrazos y etiquetas de las mochilas despegadas en el medio, entramos en busca de la puerta de embarque.

Mención especial: Gracias mami y papi por llevarnos siempre a donde sea para nuestros viajes. Los voy a extrañar mucho, pero también seguramente vayamos a hablar mucho! Gracias también por ser los padres sustitutos de Dorita, ella se queda feliz y nosotros siempre nos vamos más que tranquilos que está con ustedes ❤

Una vez adentro pasamos por migraciones y después el chequeo personal y de las valijas de mano ( para que no entres nada peligroso al avión). Tengo que decir que mejoraron mucho este punto desde la primera vez que viajé. Me acuerdo que la primera vez no existía esto último, solo pasaba uno mismo por un detector de metales pero no había nadie para checkear nada.. era como que uno mismo se habilitaba a pasar 😛 jejje.

Después de eso ya entras al sector del free shop. Nosotros siempre le damos la mínima bola, estamos muy concentrados buscando la puerta de embarque. Esta vez estaba apenas ingresabas y ya estaban haciendo cola para embarcar.

Fran en algún momento perdió las etiquetas que te ponen en las valijas de mano en el punto de check in habilitándolas a pasar. Por suerte nos dijeron que no había problema alguno, era solamente una cuestión de visualización de los pasajeros y como ya estábamos en la puerta de embarque no había problema de no tenerlas.

Suponemos que se le despegaron cuando puso las Mochis en la cinta para el chequeo de seguridad.

Tuvimos el último asiento del avión lo cual amé por dos cosas. Solamente había dos asientos, ósea solo éramos nosotros dos y no tuvimos que compartir con nadie el vuelo (generalmente son tres asientos) y la segunda no teníamos a nadie atrás nuestro que nos moleste.

Una vez ubicados y listos para despegar nos avisan que tenemos que esperar un poco a que le traigan algo a los del avión. 15 minutos más tarde nos avisan que por lo del G20 hay alguien importante volando para argentina y que no nos dejaban despegar. Nos dijeron que teníamos que esperar a que cambien la ruta de vuelo y eso seguro tomaba 30 minutos más. Los 30 minutos se hicieron en dos horas y finalmente 4 horas. Terminamos saliendo cerca de las 4 de la mañana.

Tengo que decir que el avión y los asientos son súper cómodos, muchísimo lugar para las piernas, dormí súper bien ( aunque no muchos horas).

Dormimos, comimos, leímos, miramos la peli “the Meg”(no la miren es malísima), escuchamos música, bailamos en el asiento (la ventaja de no tener nadie atrás tuyo no te sentís observada y haces cualquier cosa), nos paramos y nos estiramos, tomamos mucha agua y después de 13 horas de vuelo más 4 de estar esperando llegamos a Auckland .

2 Replies to “De Ezeiza a Auckland”

  1. El momento reubicación me encantó!!! Me acuerdo y me sigo riendo!
    A nosotros nos gusta acompañarlos al aeropuerto y quedarnos con Dori ❤️🐶.
    Disfruten su paseo😘

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