Cerro Vía Crucis, Santa Rosa de Calamuchita
El plan para el día de hoy era ir temprano a pasar el día en la Cumbrecita. Pero amanecimos y el día nos convenció de hacer algo totalmente diferente. Estaba nubladísimo y corría un fresquete que ni te cuento, así que decidimos pasar la mañana tranquila en casa y luego de almorzar ir a hacer la caminata al Cerro Vía Crucis. Estaba ideal ya que habiamos visto que cuando hay mucho sol morís de calor.
Tipo una y media salímos con mates, agua y manzanas preparadas para la excusión.
El viaje en auto fue de algo así como 5 minutos. Cuando llegamos nos calzamos las mochilas, la bufanda y a escalar se ha dicho. Por suerte esta vez si me traje las zapatillas, nada de ojotas y menos mal!
Habíamos leído que era de dificultad media para personas grandes, pero algunas partes me resultaron de una dificultad bastante elevada. Nada que no pudiera hacer pero bueno la verdad es que me resultaron algo complicadas ciertas subidas rocosas. Hay que tener en cuenta lo citadinos que somos (como ya dije en un post pasado) y capaz gente que está acostumbrada a escalar esto le resulte extremadamente fácil.
Sacando el nivel de dificultad, me encantó. Escalar, poniendo todo el cuerpo y mente es una forma de trabajar mi concentración. No podía pensar en nada más que eso, escalar, poner el pie en el lugar correcto, ayudarme con las manos, pensar cual iba a ser mi próximo movimiento. En un mundo donde vivimos haciendo 5 cosas al mismo tiempo tener este momento en que te obligas a pensar solo en una cosa es hermoso. Bueno tengo que admitir que por momentos me ponía a sacar fotos, pero tenia que frenar, pararme bien y concentrarme en las fotos. Cuando terminaba, guardaba la cámara y seguía trepando piedras.
En la entrada hay un cartel que te indica que la duración de la caminata es de 90 minutos. Creo que es bastante acertado, 45 minutos de ida y 45 de vuelta. Sin contar si te quedas un rato en la cumbre del cerro. A lo largo del camino hay 14 cruces de madera que te van marcando el camino. Igual el sendero esta bien delimitado, no hay chances de desviarte. Cuando llegas a la cumbre está la cruz gigante numero 15. Un detalle medio creepy es el de la puerta de entrada tiene un coso que gira que hace un ruido digno de una película de terror.
Nosotros fuimos tranquilos, sacando fotos y observando las diferentes plantas del cerro. Cuando llegamos a la cruz numero uno se nos cruzo una serpiente falsa coral. La conocia porque hace mucho había visto un programa en el animal planet que hablaban de la falsa coral y la coral. La coral es una de las serpientes más venenosas del mundo y la falsa coral solamente se hace pasar por venenosa para que no la molesten. Son muy parecidas la única diferencia es la distribución de los colores. Tengo que confesar que en ese momento no me acordaba exactamente cual era la venenosa y cual era la que no, así que me agarró un poquito de miedito. Igual ella pasó y siguió su camino entre las rocas. Logré sacarle una foto bastante mala, solo para recordar exactamente la distribución de colores y luego buscar si era la falsa o la coral verdadera.
Es muy bonito todo el camino. Tenes lugares mas empinados y rocosos y otros lugares con más arboles donde sus raices te sirven de escalones y sus ramas de apoyo para agarrarte.
La vista desde arriba es hermosa. No hace falta más nada, bueno Fran decía que faltaba un arroyito y ya estaba, así que puede ser. Cuando llegamos a la cruz mayor numero 15 decidimos seguir un poquito más para arriba. Ahí ya el camino se empieza a poner un poco más salvaje, no está tan delimitado y hay bosta de vaya a saber qué animal por todos lados. Hicimos unos metros y luego volvimos a la cruz.
Nos sentamos ahí un rato bien largo a tomar mates, comer manzanas y charlar sobre cosas. Obviamente no faltaron las fotitos. Y obviamente no faltó la basura que se deja donde sea que pase una persona. Esta vez lo filmé y estuve buscando a ver si conseguía una bolsita para empezar a juntar aunque sea algunas cosas.. pero no encontré.
Cuando vimos llegar otro grupo bastante grande de muchachos a donde estábamos decidimos levantar todo e ir regresando. En la vuelta nos cruzamos con varios gimnastas que subían el cerro a toda velocidad para ejercitarse.
Bajar no fue tarea sencilla, creo que por momentos me resultó hasta más difícil que subir. No te agitas tanto pero tenés que tener mucho cuidado donde pisas e ir bajando bien de a poco porque las rocas resbalan y las piedritas te hacen deslizarse con mucha facilidad y sin darte cuenta podes terminar contra un arbustito lleno de espinas o peor seguir de largo y no parar hasta abajo. Bueno algunas veces soy muy dramática, pero es verdad que hay que ir bajando con mucho cuidado.
Llegamos al auto, tomamos un poco de agua y emprendimos camino a hacer las compras del día de hoy para luego cenar e irnos a dormir.
Otro día aprovechado y hermoso en Cordoba.