Auckland, merendando frente al mar.
Hoy pensamos tomarnos el día un poco más tranquilos y la verdad que vino bien esa decisión. El día se despertó ventoso y nublado. Así que hoy es el día para mostrar el Airbnb donde nos estamos quedando. La zona es hermosa y está a unos 20 minutos en colectivo del centro. Apenas salís del complejo de departamentos, llamado “Tamaki Court”, lo primero que ves es el mar.
El departamento en sí es muy sencillo, lindo y cómodo. Nosotros tenemos una habitación y compartimos el resto de la casa con Tim, el dueño.
Podemos usar la cocina, el comedor y el baño (menos mal sino estábamos en problemas :P).
La verdad es que él no está casi nunca, es más hasta ahora solo lo vimos una vez, así que es como tener la casa para uno solo. Cosa que mi ansiedad social lo agradece, jajaja. Así que podemos leer en el sillón, cocinar, chusmear los gustos de Tim(?) todo muy tranquilos sin sentirnos observados. Por si a alguien le interesa a Tim le gusta correr, el kayak, los deportes y es fan de los All Blacks (hasta tiene un cuadro con una camiseta autografiada por todo el equipo)(?)(?)(?).
Al rededor del mediodía salimos a hacer unas compritas. Acá nos dimos cuenta que corría bastante viento. El mar estaba mucho más picado para lo que es normalmente y cuando querías avanzar caminando el viento hacia tanta fuerza que por momentos costaba dar los pasos. Como me vine re de verano, y ser friolenta no ayuda, tuve bastaaante frío. Fran por su parte se vino más abrigado con gorro, bufanda y dos camperas (buenaahh), pero igual se cag**** de frío porque no salimos con nada de eso puesto.
En el camino nos encontramos a una “Lime” lista para ser usada, estaba tan fotogénicamente estacionada que le tuve que sacar foto
Hicimos las compras, volvimos, cocinamos y después de hablar con la familia y descansar decidimos salir al centro comercial de la zona, que está a unos pocos minutitos caminando. Fuimos a un cafecito que está frente al mar. Fran se pidió un té de menta y yo me pedí un café con leche de almendras. Hace taaaanto tiempo que no tomaba un café que lo re disfruté.
Cada uno se llevó su libro del momento y aprovechamos para leer. Últimamente no estábamos pudiendo leer nada, así que fue un momento perfecto para estar tranquilos. Yo sigo leyendo Harry Potter, sí soy una adolescente y me encanta, voy por el tercero y está todo muy atrapante. Fran por su parte está leyendo un cuento de ficción distópica que escribió un amigo, llamado “Mano Propia”.
Cuando volvíamos decidimos pasar por una “estación saludable” (como le dicen en San Isidro) y hacer un poco de gimnasia. Bueno no, yo no, solo miré e intenté hacer que hacía algo. Fran es el gimnasta del momento.
Llegamos y al rato Fran hizo una pizza (habíamos comprado todos los ingredientes ya). Qué rica que estaba por favooor! La masa de prepizza era de sourdough y era exquisita. La salsa y el queso también eran muy ricos y arriba le puso unas rodajas de tomate que terminaron de hacer una delicia. Vegan Power.
Algo que leímos hoy, un dato interesante si sos celíaco, es que si el producto está hecho en Nueva Zelanda o Australia y no especifica en el envase que tiene gluten o algún ingrediente con gluten es apto para celíacos. No hace falta que diga que es libre de gluten porque tienen una ley que los obliga a especificar si tiene algún alérgeno en el producto que están manufacturando. Esto también tiene en cuenta la contaminación cruzada. Todo esto surgió porque no había ni UNA salsa de tomates, ni tomates triturados, que dijera libre de gluten, así que al investigar salió eso y nos pareció tan excelente y como tendrían que ser las cosas. Obvio que lo único que nos tenemos que fijar es que sea hecho en NZ o Australia.
Tienen mucha más conciencia de la enfermedad celíaca acá en general, va, siempre vas a encontrar a alguno que no sepa pero está abierto a fijarse si podés o no. En los lugares que vas a comer si te ponen que algo es libre de gluten también te dicen si es recomendable o no para un celíaco por la contaminación cruzada, que es una de los peores miedos en una cocina para mí. En Estados Unidos yo era la que tenía que estar viendo cómo servían las cosas y si había peligro que se contamine con gluten alguna comida porque en general no le dan mucha bola a esto. Y en Argentina ahora hay muchas más cosas libre de gluten, pero muchas veces no le dan importancia a la contaminación cruzada tampoco.
One Reply to “Auckland, merendando frente al mar.”
Muy lindo el lugar donde paran… Que bueno eso de los alimentos libres de gluten!!!